Introducción y presentación de los síntomas
Nuestro paciente es un cachorro de la raza West Highland White Terrier, de 5 meses de edad, que acudió a consulta con una cojera de 8 días de evolución que no respondía a tratamiento sintomático.
Examen físico y diagnóstico por imagen
Para entender mejor el problema, se llevó a cabo una exploración física general para evaluar su estado de salud global, y se prestó especial atención a la extremidad afectada. Posteriormente, realizamos pruebas de diagnóstico por imagen (radiografías) para valorar la extremidad al completo.
El resultado del diagnóstico por imagen fue revelador: el cachorro presentaba una fractura en la cresta y meseta tibial, denominada fractura tipo Salter-Harris I. Este tipo de fractura ocurre en el área de crecimiento del hueso, también conocida como placa de crecimiento.
Tratamiento urgente y recuperación
Debido a que el paciente era un cachorro en pleno crecimiento, era vital actuar rápidamente para que la fractura no ocasionase secuelas de por vida. Si no se reparaba correctamente, la fractura podría consolidarse u «osificar» de manera incorrecta, lo que podría llevar a deformidades de la extremidad y dolor asociado.
Afortunadamente, gracias al trabajo en equipo y a los maravillosos especialistas que forman el equipo de Quibey, en menos de 24 horas el cachorro estaba siendo operado para corregir la fractura. Esta rapidez fue crucial para asegurar el mejor resultado posible.
Hoy en día, tras un periodo de recuperación y cuidados postoperatorios, el paciente ha recuperado su movilidad sin ninguna secuela ni síntomas asociados. Esto es un claro testimonio de la importancia de un diagnóstico temprano, una intervención rápida y el cuidado veterinario adecuado para asegurar la salud y el bienestar de nuestros queridos animales.