Antecedentes y motivo de consulta
Tenemos un paciente canino, concretamente una mezcla de dos razas, American Standford y Pitbull, que acude a consulta debido a un problema particular: la inflamación en el tercer dedo de su extremidad anterior derecha (pata delantera derecha). En términos más sencillos, el perro ha venido a vernos porque uno de los dedos de su pata delantera derecha está hinchado.
Proceso de exploración y diagnóstico inicial
Procedemos a hacer una revisión completa del paciente para descartar otros posibles problemas o síntomas. Posteriormente, realizamos un procedimiento conocido como punción con aguja fina (PAF). Este proceso consiste en introducir una aguja muy delgada en la zona inflamada para extraer una muestra de células que podamos examinar bajo el microscopio.
Una vez obtenida la muestra, la estudiamos a nivel celular, un procedimiento conocido como valoración citológica. Esta técnica nos permite observar las células bajo un microscopio para detectar cualquier anormalidad.
Los resultados de la citología nos indican que estamos ante un mastocitoma, que es un tipo de tumor maligno. Se trata de tumores que se originan en los mastocitos, células del sistema inmunológico, y afectan a la piel y tejido subcutáneo del perro. Según la gravedad y características del mastocitoma (esto se mide en grados histológicos de malignidad), el pronóstico y el tratamiento pueden variar.
Biopsia y planificación del tratamiento
Para obtener una visión más clara del grado de malignidad del mastocitoma y planificar correctamente el tratamiento, realizamos una biopsia incisional. Este procedimiento implica tomar una muestra de la masa tumoral mediante una incisión. Analizamos esta muestra para obtener más información sobre el tumor, incluyendo qué tan agresivo es y cuánto se ha extendido.
Tras esta valoración, tomamos la decisión de amputar el dedo afectado por el tumor. Enviamos el dedo amputado a anatomía patológica para un análisis más detallado y para comprobar si habíamos conseguido eliminar completamente el tumor con la amputación. Esta verificación nos permite asegurarnos de que no quedaran restos de células tumorales cerca de los márgenes de la amputación.
Resultado del tratamiento y actualidad del paciente
Recibimos el informe de los patólogos confirmando que todo el tumor se encontraba en el dedo que habíamos amputado. En otras palabras, no encontraron rastros del tumor en la mano del perro, lo que indica que la cirugía fue exitosa.
Hoy en día, nuestro paciente se encuentra en excelente estado. Camina con total normalidad y muestra un estado de ánimo muy positivo. Sus propietarios informan que parece tener más energía que nunca.
Consideraciones finales
Es importante recordar que ciertas razas de perros tienen una predisposición genética a desarrollar ciertos tipos de tumores. Por lo tanto, ante la presencia de cualquier bulto o masa en nuestros amigos de cuatro patas, se recomienda una intervención rápida y consulta con el veterinario.
